Regla #4: Salir a comer puede ser una apuesta.
Muchos restaurantes no están completamente equipados para manejar las alergias alimentarias, y es posible que el personal no esté debidamente capacitado sobre cómo tratarlas. Por eso es importante investigar antes de salir a cenar y comunicar claramente sus necesidades al personal.
Regla #5: Sea consciente de los alérgenos ocultos.
Algunos alimentos pueden no ser fuentes obvias de alérgenos, como los lácteos en el pan o las nueces en el chocolate. Es importante preguntar siempre al servidor o al chef sobre los ingredientes de un plato.